Las Cámaras de Gas
"Había una señal de 'a desinfección'. Él decía 'mira, ahora traen a niños'. Abrían la puerta, arrojaban a los niños al interior y cerraban. Se oía un terrible grito.Un miembro de las SS subía al tejado. La gente seguía gritando durante unos diez minutos. Entonces los prisioneros abrían las puertas. Todo estaba en desorden y retorcido. Hacía mucho calor. Se cargaban los cuerpos en un vagón y se llevaban a una fosa. La siguiente tanda estaba en ese momento aún desnudándose en los barracones. Después de eso no pude mirar a mi esposa en cuatro semanas".
Del testimonio del Soldado de las SS Boeck (Langbein, citado en Pressac, 181)