The Nizkor Project: Remembering the Holocaust (Shoah)

¿Es auténtico el Diario de Ana Frank?


56. ¿Es auténtico el Diario de Ana Frank?

El IHR dice (edición original):

No, las pruebas recopiladas por el sueco Ditlieb Felderer y el Dr. Robert Faurisson, de Francia, llevan a concluir que el famoso diario es una invención literaria.
En la edición revisada:
No. las pruebas recopiladas por el Dr. Robert Faurisson, de Francia, llevan a concluir que el famoso diario es una invención literaria.
Nizkor responde:
Ditlieb Felderer es un notorio neonazi, que pasó un tiempo en prisión en Suecia por difundir propaganda racista. Es famoso por enviar por correo mechones de cabello a judíos de Europa, preguntándoles sarcásticamente si se puede probar que es cabello de un judío gaseado. También ha escrito un gran número de repugnantes tratados sobre sexo y asesinatos nazis. Uno que es demasiado repulsivo como para transcribirlo aquí describe (sarcásticamente) cómo influye el cianuro de hidrógeno en los genitales femeninos.

Parte de las "pruebas" que "recopiló" Felderer es el siguiente texto, en el que argumenta con ironía que el diario no pudo ser falsificado totalmente porque parece haber sido escrito por un judío:

EL COMPLEJO ANAL

Creemos que otra poderosa razón por la que el Diario de Ana Frank no puede ser del todo descartado por tratarse de una historia ficticia es su preocupación por el ano y los excrementos, un rasgo típico en muchos judíos. Siempre les han fascinado la pornografía y las fantasías relacionadas con excrementos... Los escritos judíos están repletos de historias sobre las funciones reproductivas y de excreción...

...Aunque no podemos descartar el argumento según el cual estas preocupaciones sobre los excrementos son meras fantasías del autor o los autores, había buenas razones para creer que las historias son auténticas y que reflejan en parte algunos de los principales pensamientos de los inquilinos. Incluso aunque fueran inventadas, mostrarían a la perfección el complejo anal de un pueblo antiguo.

Obsérvese que el IHR omite la referencia a Felderer en la edición revisada. De nuevo, a medida que el revisionismo trata de zafarse de los extremismos antisemitas para llegar al gran público, deben negar o al menos disfrazar sus nexos con gente como ésta.

El Dr. Robert Faurisson al menos no es tan crudo como Felderer. Pero no es ni un historiador, ni un experto forense, ni un grafólogo. Era un profesor de Literatura de la Universidad de Lyon. El testimonio de esta "importante autoridad sobre el Holocausto" sobre la autenticidad de los escritos de Ana Frank fue rechazado por el  Oberlandesgericht (Alto Tribunal Regional) de Frankfurt  en 1979.

En 1981, Faurisson fue llamado a declarar ante un juez francés para que demostrara sus afirmaciones en la radio y en varias publicaciones según las cuales nunca existieron las cámaras de gas. Fue condenado a una pena suspendida de tres meses, y a pagar diversas multas por difamación, incitación a la discriminación, odio racial y violencia racial. La sentencia fue confirmada tras un recurso.

El extraño concepto que tiene Faurisson de lo que es una prueba es muy bien descrito por Michael Shermer en una carta abierta a los revisionistas.

En 1981, el Instituto Estatal de Documentos de Guerra de Holanda envió el manuscrito de los diarios de Ana Frank al Laboratorio Estatal de Medicina Legal del Ministerio de Justicia de Holanda para que determinaran su autenticidad. El Laboratorio examinó los materiales usados - tinta, papel, cola, etc. - y la letra, y emitió un informe de unas 270 páginas:

El informe del Laboratorio Estatal de Medicina Legal ha demostrado convincentemente que ambas versiones del diario de Ana Frank fueron escritas por ella de 1942 a 1944. Las alegaciones según las cuales el diario era el trabajo de otra persona (realizado después de la guerra) son así refutadas definitivamente.

Más aún, se puede afirmar que pese a las correciones y omisiones... el Diario de Ana Frank [es decir, la versión publicada de los diarios] contiene "la esencia" de los escritos de Ana, y no hay ninguna base para aplicar el término "falsificación" al trabajo de los editores del libro.

El argumento más común contra el diario es que contiene escritos realizados con un bolígrafo, y los bolígrafos no empezaron a ser comunes hasta después de la muerte de Ana. Este es un mito falso, aunque persistente. La única tinta de bolígrafo del diario está en pedazos de papel añadidos por otra persona que no era Ana. Los escritos de Ana no fueron realizados con un bolígrafo.

Ver Frank, Anne, The Diary of Anne Frank: The Critical Edition, 1989, pp. 96, 166 (cita completa).

Lectura recomendada:

The Diary of a Young Girl: The Definitive Edition por Anne Frank, Otto H. Frank (Editor), Mirjam Pressler (Editor), s Massotty, Otto M. Frank (tapa blanda)

The Diary of a Young Girl: The Definitive Edition by Anne Frank, Otto H. Frank (Editor), Mirjam Pressler (Editor), s Massotty, Otto M. Frank (tapa dura)

The Diary of a Young Girl: The Definitive Edition by Anne Frank, Otto H. Frank (Editor), Mirjam Pressler (Editor), s Massotty, Otto M. Frank (cinta de cassette)

[En español: Diario, por Ana Frank, Plaza y Janés]


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