A continuación las secciones relevantes del documento de Friedrich Berg en el Journal of Historical Review, además de extractos de uno de sus artículos en Usenet, intercalados por comentarios.

Oxígeno en los gases de escape de un motor diesel

Si los judíos no fueron asesinados con monóxido de carbono procedente del escape de un motor diesel, ¿podrían haber muerto por los efectos del escaso oxígeno presente en los escapes? Dicha teoría al menos sería consistente con la afirmación de que los cadáveres estaban "azules".

No encontré nada especial en los cadáveres, excepto que algunos de ellos mostraban una hinchazón azulada en la cara. Pero esto no es sorprendente dado que murieron de asfixia.

[Berg:]

Un color azulado en determinadas partes de un cadáver es un claro síntoma de muerte por falta de oxígeno. Esta teoría, sin embargo, no se ajusta muy bien al hecho de que los motores diesel en su funcionamiento normal emiten una gran cantidad de aire.

Gráfico, "Figura 6: componentes de los gases de escape de los motores de combustión interna²². La línea gruesa vertical en la proporción combustible:aire de 0,055 ha sido añadida por el autor".

El aire normal contiene un 21% de oxígeno. En la Figura 6 vemos que la concentración de oxígeno en los escapes de un motor diesel correspondiente al estado de punto muerto, que aparece cerca de la parte superior del gráfico con una proporción combustible:aire del 0,01, alcanza el valor del 18%, sólo un poco por debajo del porcentaje del aire normal. A plena potencia, con una proporción combustible:aire de 0,055, la concentración de oxígeno en los escapes es del 4%.

Probablemente el mejor estudio sobre los efectos de los niveles reducidos de oxígeno, la asfixia, sea la de Henderson y Haggard:

SEGUNDO NIVEL. Cuando el oxígeno baja hasta valores entre el 14 y el 10 por ciento, las funciones más complejas del cerebro empiezan a sufrir daños. Se sigue en estado consciente, pero empieza a fallar la capacidad de razonamiento. Se puede dejar de sentir dolor por heridas graves, como quemaduras, contusiones e incluso fracturas. Diversas emociones se manifiestan anormalmente, especialmente el mal humor y la violencia, y en menor medida la risa incontenible, así como otras alteraciones en el carácter...

TERCER NIVEL. Cuando el oxígeno baja a valores entre el 10 y el 6 por ciento, pueden aparecer náuseas y vómitos. El sujeto pierde la capacidad de realizar movimientos musculares vigorosos, o incluso la de realizar cualquier movimiento. A continuación se suceden la conducta enloquecida y la pérdida de conciencia, yendo desde el desmayo hasta un coma en el que el cuerpo está rígido y la mirada perdida. Si se revive al sujeto, puede que no recuerde nada de este estado, o que crea que le ha ocurrido algo totalmente distinto. A partir de este estado puede quedar completamente ajeno al hecho de que ocurre algo malo...

CUARTO NIVEL. Cuando el oxígeno baja del 6 por ciento, la respiración pasa a ser una serie de jadeos separados por apneas cada vez más largas. Pueden aparecer convulsiones. Entonces, se detiene la respiración, aunque el corazón puede continuar latiendo durante unos pocos minutos, para después sufrir fibrilación ventricular, o permanecer parado en un estado extremo de dilatación²³.

De acuerdo con Haldane y Priestley, "un aire que contenga menos del 9.5 por ciento de oxígeno causa normalmente el desvanecimiento en una media hora"²⁴. Un desvanecimiento no es la muerte.

Está claro que no hay un número mágico por debajo del cual se puede morir, o por encima del cual se puede vivir. Sin embargo, en una cámara de gas que se base en reducir el oxígeno para matar, habría que reducirlo por debajo del 9,5% - quizás incluso por debajo del 6%.