[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes de guerra, crimes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
27 de febrero a 11 de marzo de 1946

Sexagésimo Noveno Día: Miércoles, 27 de febrero de 1946
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P: ¿Tendría la bondad de relatarle al Tribunal estos hechos?

R: En junio de 1943, por orden del Metropolitano Alexei, fui a visitar los distritos del Viejo Peterhof y de Oranienbaum. A partir de mis propias observaciones y de mis conversaciones con miembros de la iglesia, supe de estos hechos, que sé que son ciertos, y que han sido corroborados posteriormente cuando se liberó Nuevo Peterhof de la ocupación alemana. Todo lo que contaré ahora puede ser verificado.

En el Viejo Peterhof, poco después de que los alemanes destruyeran Nuevo Peterhof, en exactamente diez días la artillería y los aviones del enemigo destruyeron todas las iglesias. La Luftwaffe y la artillería alemana sincronizaron sus bombardeos para no sólo demoler las iglesias, sino además matar a los fieles de esas iglesias que trataban de refugiarse en ellas.

Todas las iglesias del Viejo Peterhof, sobre todo la iglesia Znamenska, la iglesia del cementerio de la Santísima Trinidad, y la pequeña iglesia de Lázaro adjunta a ésta, la iglesia-museo de la Villa de la Emperatriz Maria Feodorovna, la iglesia Serafimovskij y la Iglesia del Cementerio Militar, todas fueron destruidas por los alemanes. Puedo afirmar con certeza que en los alrededores de la iglesia del cementerio de la Santísima Trinidad y de la iglesia de Lázaro, en sus criptas, así como en las tumbas del cementerio y en las criptas de la iglesia Znamenska, perecieron más de 5.000 personas. Los alemanes no dejaban salir a los supervivientes. Es fácil imaginarse las condiciones sanitarias y la situación general de la gente confinada en las criptas de esas iglesias. Aire viciado por los seres humanos apiñados, excrementos humanos, personas muertas de miedo. Se desmayaban, se mareaban. Pero el menor intento por su parte de salir de las frías y húmedas criptas al aire libre era castigado con disparos de los inhumanos fascistas.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero recuerdo especialmente bien un caso que me relató un pariente cercano de la víctima. Una niña pequeña salió de la cripta de la iglesia de la Trinidad para respirar aire puro, y un aviador alemán le disparó de inmediato. La madre trató de coger a la niña, pero

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también cayó, sangrando, sobre el cuerpo de su hija. La ciudadana Pomasheva, que me relató estos hechos, aún vive, y la he visto muchas veces. Recuerda horrorizada este incidente.

Y hubo muchos incidentes de esta clase.

P: Dígame, testigo, ¿fue alguna vez testigo en el resto de distritos de la Región de Leningrado de profanación de santuarios y otros objetos sagrados?

R: Sí, por ejemplo, en Pskov. Pskov presentaba un horrible escenario de ruinas y devastación. Creo que debo recordarle a Sus Señorías que Pskov es una ciudad museo, una ciudad de las reliquias de la fe ortodoxa, adornada de numerosas iglesias, y situada junto al río Velikaya y sus afluentes.

En esa ciudad había no menos de sesenta iglesias de diversos tamaños y diversas confesiones. Treinta y nueve de ellas eran no sólo monumentos únicos de arte eclesiástico de gran valor artístico, con bellos iconos y frescos, sino además maravillosos monumentos históricos que reflejaban toda la grandeza y la larga historia del pueblo ruso con sus múltiples formas... Un Kremlin (ciudad amurallada)... La Catedral de la Santísima Trinidad...

P: Bien, ¿qué ocurrió con esas iglesias?

R: Eso es justo lo que voy a contar. El Kremlin... La Catedral de la Santísima Trinidad, con su destacado iconostasio... Los soldados alemanes saquearon la iglesia entera. Sacaron todo de allí, así como de todas las demás iglesias de la ciudad. No queda allí ni el icono más pequeño, ni una sola casulla o cáliz. Los alemanes se han llevado todo. Casi pagué con la vida mi visita a esta catedral. Justo media hora antes de mi llegada explotó una mina justo delante de la verja del altar. La verja fue destruida, y la mesa de comunión quedó salpicada de sangre. Vi con mis propios ojos a tres de nuestros soldados soviéticos que habían perecido en la explosión, justo ante el altar. Había más minas en otros lugares. Podría dar otros detalles interesantes.

Pskov fue liberada de los alemanes en agosto de 1944, pero en enero de 1946, el Día de la Epifanía, explotó otra mina matando a dos personas. También minaron la iglesia de San Basilio de la Colina. Allí pusieron una mina justo en la entrada de la iglesia. Era muy destacada en todas las iglesias la abundancia de toda clase de basura, suciedad, botellas, latas, etc. La Catedral del Monasterio de San Juan fue convertida en un establo por los alemanes. En otra iglesia, la iglesia de la Epifanía, instalaron una bodega de vino. En una tercera iglesia vi un depósito de combustible, para carbón, turba, etc. Pero por qué hablar de iglesias concretas. Dondequiera que miremos, nuestros corazones sangran ante el espectáculo de todo el sufrimiento y todos los saqueos causados por un pueblo que presumía de su cultura ante toda Europa, que despreciaba a la Humanidad mientras algunos proclamaban su creencia en Dios. ¡Qué clase de fe es la suya!

CORONEL SMIRNOV: Sr. Presidente, no tengo más preguntas que hacerle al testigo.

EL TESTIGO: Querría pedirle permiso para añadir unas pocas palabras sobre lo ocurrido en Leningrado.

CORONEL SMIRNOV: Eso debe pedírselo al Tribunal.

EL TESTIGO: Me estoy apartando un poco del orden habitual. Pido su permiso, Señorías.

EL PRESIDENTE: Muy bien, adelante.

EL TESTIGO: La Iglesia de Nicolás Bogoiavlensky es la Catedral de Leningrado. El Metropolitano Alexei vivió en esta iglesia durante el asedio. Dado que serví allí desde julio de 1942 hasta el final de la guerra, fui testigo en numerosas ocasiones de fuego de artillería dirigido contra la Catedral. Cabe preguntarse qué clase de objetivo militar veían estos 'heroicos' guerreros en nuestra sagrada iglesia. En festivos y en domingos ordinarios siempre había fuego de artillería. ¡Y qué

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fuego! En la primera semana de la Cuaresma de 1943, desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la noche ni el clero ni los fieles que rezaban en la iglesia tuvimos oportunidad de salir. Fuera estaban la muerte y la destrucción. Vi con mis propios ojos a unas cincuenta personas, no sé exactamente cuántas, miembros de mi congregación, muertos junto a la iglesia. Trataron de salir corriendo antes de la señal de "todo tranquilo", y encontraron la muerte. Tuve que enterrar en esta sagrada catedral a miles de personas hechas pedazos, víctimas de los ataques depredadores de la fuerza aérea y la artillería. Se vertían océanos de lágrimas durante los servicios funerarios.

Durante uno de los bombardeos, Su Excelencia el Metropolitano Alexei evitó la muerte por los pelos, ya que varios fragmentos de proyectiles destruyeron su celda.

Querría añadir, sin querer ocupar demasiado su tiempo, que es un hecho remarcable que el fuego de artillería más intenso siempre tuviera lugar los días de fiesta. Las Casas de Dios, las paradas de tranvía y los hospitales parecían ser el objetivo especial de la fuerza aérea y la artillería alemanas. Se bombardearon los hogares de civiles inocentes.

Llevaría mucho tiempo, Señorías, relatar todo lo que vi durante esos crueles días de sangre y sufrimiento.

Pero quiero decir como conclusión que el pueblo ruso y el pueblo de Leningrado han cumplido con su deber para con la Madre Patria. A pesar del duro fuego de artillería y de los ataques de la Luftwaffe, hubo una gran eficiencia y orden, y la Iglesia Ortodoxa participó de este sufrimiento. A través de sus rezos y de la predicación de la palabra de Dios, trató de dar consuelo y coraje a los fieles. Ha hecho un sacrificio enorme en el altar de la Madre Patria.

CORONEL SMIRNOV: No tengo más preguntas que hacerle al testigo, Sr. Presidente.

EL PRESIDENTE: ¿Quiere algún otro miembro de la fiscalía hacer alguna pregunta?

(La respuesta fue negativa).

¿Quiere algún abogado de los acusados hacer alguna pregunta?

(La respuesta fue negativa).

Entonces el testigo puede retirarse.

CORONEL SMIRNOV: Señorías, en su Nota del 6 de enero de 1942, el Comisario del Pueblo de Asuntos Exteriores de la URSS declaró que el Gobierno Soviético consideraba un deber de la conciencia informar a "todo el mundo civilizado y a todos los pueblos honestos del mundo" de los monstruosos crímenes cometidos por los bandidos hitlerianos.

En las batallas de esta guerra, la mayor nunca combatida por hombres, millones de personas honestas lograron vencer a la Alemania Fascista. La voluntad de millones de personas honestas creó este Tribunal Internacional con el fin de juzgar a los Criminales de Guerra. Todos los representantes de la acusación sienten detrás suyo el apoyo invisible de estos millones de personas honestas, en cuyo nombre acusan a los líderes de la conspiración fascista.

Ha recaído sobre mi el honor de concluir la presentación de las pruebas aportadas por la fiscalía soviética.

Sé que en este preciso instante millones de ciudadanos de mi país, y millones de personas honestas de todo el mundo esperan su justo y rápido veredicto. Con esto finaliza mi presentación.

Sr. DODD: Con la venia, tengo que exponer unos pocos asuntos sobre el sumario que requerirán nada más que unos breves minutos.

Durante la presentación del 23 de noviembre de 1945, sobre los aspectos económicos de la conspiración, se leyeron ciertos documentos, pero no se presentaron formalmente como pruebas. En ese momento el Tribunal indicó

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que no se había dado tiempo suficiente a la defensa para examinar estos documentos, y no los presentamos, y dijimos que los dejaríamos en el Centro de Información de los acusados. Eso hicimos, y allí han estado desde entonces. Deberían presentarse formalmente, y como se leyeron los fragmentos, no hay necesidad de volver a hacerlo. Son los siguientes:

El primero mencionado en el sumario es uno que lleva el número EC-14, que presentamos como prueba USA 758. Se citaron fragmentos de este documento en la página 137 de la Parte I del sumario.

El siguiente es el EC-27, que presentamos como prueba USA 759. Se citaron fragmentos de este documento en la página 129 de la Parte I del sumario.

El tercero es el EC-28, que presentamos como prueba USA 760. Se citaron fragmentos de este documento en la página 127 de la Parte I del sumario.

Se citó el EC-174 en la página 141 de la Parte I del sumario. Lo presentamos como prueba USA 761.

EC-252. Se citaron fragmentos en la página 140 de la Parte I del sumario. Lo presentamos como prueba USA 762.

EC-257. Se citaron fragmentos de este documento en la página 140 de la Parte I del sumario. Lo presentamos como prueba USA 763.

EC-404. Resumimos y citamos este documento en la página 134 de la Parte I del sumario. Lo presentamos ahora como prueba USA 764.

Se citó el D-157 en la página 133 de la Parte I del sumario, y lo presentamos ahora como prueba USA 765.


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