[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes de guerra, crimes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
27 de febrero a 11 de marzo de 1946

Heptagésimo Sexto Día: Jueves, 7 de marzo de 1946
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(El Dr. Heinz Fritz subió al estrado).

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Con la venia, en este caso sólo se solicitan dos testigos.

El primero es von Schirmeister, un funcionario del Ministerio de Propaganda del difunto Dr. Goebbels. La fiscalía no tiene objeciones a ese testigo.

En cuanto al segundo testigo, el Dr. Otto Kriegk, la solicitud dice que recibía su información e instrucciones del acusado Fritzsche y que puede hablar de la directriz dada a los periodistas. Suponiendo que sean directrices más o menos oficiales que dio durante su ejercicio del cargo, no creo que pueda haber objeciones de la fiscalía. Pero no sé qué pensaría el Dr. Fritz de un interrogatorio por escrito, o si está firmemente convencido de que debe hacer comparecer al Dr. Kriegk para tratar ese punto. Si lo he entendido bien, sería más o menos un resumen de las directrices dadas, pero en vista de las proporciones tan modestas de las solicitudes de este caso, no quiero ser intransigente si hay alguna razón especial por la que hacer comparecer al Dr. Kriegk.

Dr. FRITZ (abogado del acusado Fritzsche): Señorías, he presentado una lista muy restringida de testigos, y agradecería que se concediera la comparecencia en persona del segundo testigo, el Dr. Kriegk, por las siguientes razones: primero, se ha nombrado al testigo von Schirmeister porque nos dará información sobre el trabajo que desarrollaba el acusado Fritzsche en el Ministerio de Propaganda, y en especial sobre su relación con el Dr. Goebbels. En cuanto a las ruedas de prensa diarias que daba el acusado Fritzsche, este primer testigo, von Schirmeister, no participó en ellas. Especialmente desde un ángulo subjetivo, es importante conocer qué directrices dio el acusado Fritzsche a los periodistas, específicamente a los más destacados periodistas alemanes que se reunían diariamente en sus ruedas de prensa.

Como razón adicional de mi petición de que comparezca en persona este testigo, señalaré que aún no dispongo de los documentos 1 y 2 de mi lista de documentos, o mejor dicho, de mis dos listas de documentos, así que

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hay varios puntos que quería probar presentando estos documentos, o citas de ellos, y espero ahora probarlos interrogando a estos dos testigos.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: No insistiré en pedir una declaración jurada. Lo dejo en manos del Tribunal.

En cuanto a los documentos, el nº 1 son programas radiofónicos del acusado Fritzsche, y obviamente no hay ninguna objeción de la fiscalía.

El nº 2 son los archivos de la sección "Servicio Exprés Alemán". Y tampoco tenemos objeciones en este momento. Quizás tendremos que evaluar los informes cuando los obtengamos.

Hay un pequeño problema con el tercer grupo, declaraciones juradas o cartas que contienen observaciones objetivas de los autores sobre los actos del acusado Fritzsche. Si son informes oficiales o algo similar, por supuesto, no habrá objeciones, si son de la época, pero la fiscalía sugiere respetuosamente al Tribunal que deberíamos esperar a verlos en el libro de documentos para poder evaluarlos y plantear objeciones si es necesario.

Dr. FRITZ: Estoy de acuerdo con este procedimiento. Creo que no necesito añadir nada más sobre los documentos 1 y 2 después de lo que acaba de decir Sir David.

EL PRESIDENTE: Sir David, algunos abogados de la defensa quieren hacer solicitudes adicionales. Sería conveniente tratarlas ahora.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: ¿Quizás Su Señoría podría permitirme hablar con mis colegas a medida que las vayamos tratando, por si quieren expresar algún punto de vista adicional?

EL PRESIDENTE: Por supuesto.

Creo que el Dr. Seidl quiere presentar algunas solicitudes adicionales.

Dr. ALFRED SEIDL (abogado del acusado Hess): Sr. Presidente, Señorías, el 28 de febrero de 1946 presenté al Tribunal una solicitud adicional en nombre del acusado Rudolf Hess. La solicitud era necesaria por los siguientes motivos: en mi primera solicitud mencioné al testigo Bohle, el antiguo Gauleiter de la Organización Extranjera del NSDAP, para tratar varios asuntos, entre ellos algunos relacionados con el Instituto Extranjero Alemán y las actividades de la Liga Popular por el Germanismo en el Extranjero. Cuando hice esa solicitud para interrogar al testigo Bohle, aún no había tenido ocasión de hablar con el testigo. Tras la aprobación del Tribunal, pude hacerlo, y descubrí que el testigo Bohle, aunque puede hacer declaraciones muy concretas sobre la Organización Extranjera, no tiene información de primera mano sobre las actividades del Instituto Extranjero Alemán ni de las actividades de la Liga Popular por el Germanismo en el Extranjero.

Solicito por ello que se aprueben los siguientes testigos adicionales: primero, el Dr. Karl Stroelin, antiguo Oberbürgermeister de Stuttgart y posteriormente Presidente del Instituto Extranjero Alemán. El testigo está en Nuremberg preso, esperando juicio, y es el mismo testigo que también ha sido solicitado por el acusado von Neurath en su caso.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Quizás convendría, Señoría, que el Dr. Seidl indicara cuál es su postura final sobre estos testigos. Si le he entendido bien, ya no necesita a Herr Bohle. ¿Es correcto? No tengo claro si este testigo se suma o sustituye a Herr Bohle.

Dr. SEIDL: El testigo Dr. Stroelin es un testigo adicional. El testigo Bohle aún será necesario como testigo, pero sólo para la cuestión de las actividades de la Organización Extranjera. El testigo Stroelin, dado que el testigo Bohle no tiene información de primera mano sobre el Instituto Extranjero, hablará de este último punto.

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SIR DAVID MAXWELL FYFE: Si lo he entendido bien, esto querría decir que el Dr. Seidl solicita como testigos a Herr Bohle, Herr Stroelin, el Dr. Haushofer, y una declaración jurada, creo, de Alfred Hess.

No estoy seguro de que esto no sea una acumulación de testigos sobre algo que es, quizás, un punto menos importante de lo que cree el Dr. Seidl desde el punto de vista de la fiscalía. La fiscalía dijo que se usó la Organización Extranjera para promover actividades quintacolumnistas, pero sólo se planteó de esta manera: que con el uso de la Organización Extranjera, hubo primero de todo un registro y organización completos de los miembros del Partido en el extranjero; en segundo lugar, que el servicio de inteligencia de esa organización, a través de la organización, informó de todos los funcionarios alemanes de cualquier sección del gobierno que viajaban al extranjero, y contrólo su trabajo, además de controlar a súbditos alemanes; y debido a este servicio de inteligencia, estos alemanes estaban listo para ser utilizados, y de hecho fueron utilizados, cuando se planeó invadir el país en el que estaban.

No se alegó que se dieran órdenes directas, por ejemplo, de volar puentes o cometer actos de sabotaje, dadas directamente a la organización, aunque es algo que se podría deducir del funcionamiento de la organización que he descrito.

Lo digo tan sólo porque podría ser una ayuda para el Dr. Seidl saber a qué acusaciones tiene que responder. La fiscalía nunca ha probado órdenes directas de sabotaje en este asunto.

Dr. SEIDL: El informe judicial de su caso ha acusado a Rudolf Hess del hecho de que, bajo su liderazgo, la Organización Extranjera del NSDAP, así como el Instituto Extranjero y la Liga Popular por el Germanismo en el Extranjero, desarrollaron actividades similares a las de una quinta columna. Es cierto que en la Acusación original presentada contra el acusado Hess no se dieron detalles que indicaran que la Acusación quería probar esta actividad y por encima de todo la culpabilidad de Hess debida a las actividades de estas organizaciones.

Sin embargo, en la medida en que la Organización Extranjera, el Instituto Extranjero y la Liga Popular por el Germanismo en el Extranjero sean acusados de cualquier relación con las actividades de una quinta columna, el acusado Hess tendrá un interés razonable en explicar, primero, qué clase de actividades promocionaron estas organizaciones, y segundo, qué órdenes o directrices dio a estas organizaciones.

El testigo Bohle está en situación de hacer declaraciones muy concretas sobre la Organización Extranjera. Es necesario hacer lo mismo con el Instituto Extranjero Alemán, y el Dr. Stroelin, que está aquí en Nuremberg, puede hacer declaraciones veraces, y en cuanto a la Liga Popular por el Germanismo en el Extranjero, el testigo Dr. Haushofer puede hablar de ella.

Reconozco sin embargo que dadas las condiciones físicas del testigo Dr. Haushofer, se debería recurrir a un interrogatorio por escrito en el caso de este testigo.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: No tengo objeciones en relación al interrogatorio por escrito del Dr. Haushofer.

EL PRESIDENTE: ¿Quiere solicitar alguno más?

Dr. SEIDL: Sí, Señoría, un tercero. Antes de pasar al tercer testigo que quiero nombrar como testigo adicional, querría informar al Tribunal de que no insistiré en que comparezca en persona la testigo Ingeborg Sperr, que ya ha sido aprobada por el Tribunal. En lugar de eso, presentaré una breve declaración jurada que se encuentra en el libro de documentos que ya he entregado al Secretario General.

Solicito sin embargo que en lugar de la testigo Sperr, comparezca el testigo Alfred Leitgen. Leitgen fue durante muchos años adjunto de Hess, hasta el vuelo de éste a Inglaterra.

No pude solicitar antes este testigo porque sólo ahora por fin he averiguado dónde está este testigo. Creo que una comparecencia en persona de este testigo es tan importante que sería imposible prescindir de ella.

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SIR DAVID MAXWELL FYFE: Los dos puntos que especifica el Dr. Seidl parecen ser puntos relevantes, y en vista del hecho de que está dispuesto a descartar la comparecencia de la secretaria, la fiscalía no pondrá objeciones a ese testigo.

EL PRESIDENTE: ¿Hay alguna otra solicitud?

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Me pregunto si Su Señoría me permitirá decir una cosa. El Dr. Servatius ha mantenido ya varias conversaciones con un miembro de mi personal. Creo que resultarán provechosas y útiles en las líneas que sugirió Su Señoría, y si el Tribunal tiene la bondad de mantener los derechos del Dr. Servatius durante un día o dos, esperamos presentar algo práctico y útil al Tribunal.

EL PRESIDENTE: ¿Se refiere a las organizaciones?

SIR DAVID MAXWELL FYFE: No, me refiero al acusado Sauckel.

EL PRESIDENTE: Ah, sí.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Su Señoría recordará que permitió que aplazáramos este asunto. Hemos estado trabajando según la línea sugerida por Su Señoría, pero me temo que no he podido dedicarle tiempo y ver el resultado final.

EL PRESIDENTE: Ya veo.

Dr. SERVATIUS (abogado del acusado Sauckel): Al hablar de los testigos, propuse una restricción que se está presentando al Tribunal por escrito. Con respecto a los documentos, prácticamente también he llegado a un acuerdo sobre cómo se deberían tratar. Hay sin embargo dos solicitudes principales que querría presentar y que aún no se han mencionado. Pero creo que el Tribunal tendrá que tomar una decisión que defina una norma. Las solicitudes son los documentos 80 y 81.

El documento 80 es una copia fotostática de una orden de deportación que fue dada en la ciudad de Oels por el comandante soviético de la zona según la cual tendría que presentarse toda la población nativa masculina para su deportación, y se puede ver en esta orden que la deportación tenía como fin usarlos como mano de obra. Quiero presentar esto para demostrar que la Convención de La Haya sobre Guerra Terrestre es considerada obsoleta por el Ejército Soviético. Sólo tengo esta orden de deportación. Querría por tanto sugerir que el Tribunal recurra al Artículo 17-E del Estatuto para hacer que un juez local determine en el lugar hasta qué punto tuvo lugar esta deportación, y querría así demostrar que no sólo se trata de la ciudad de Oels, y que se han tomado medidas similares a una mayor escala en las ciudades de Prusia Oriental y de la Alta Silesia. La población ha sido deportada en buena parte para trabajar, y si la información que he recibido es correcta, parte de la población de Königsberg está todavía en los Urales. No estoy en situación de presentar documentos sobre todas estas cosas, debido a las dificultades que sufre el correo, y a lo difícil que es recibir noticias del Este. Pero el Tribunal estará en situación, preguntando a los alcaldes y a otros funcionarios, de averiguar si lo que he dicho es correcto.

Con el Documento 81 presento una declaración jurada sobre la ciudad de Saaz, Checoslovaquia. 10.000 habitantes de la ciudad de Saaz fueron llevados a un campo, y hasta las navidades de 1945 trabajaron allí sin sueldo. Creo que esto también es una prueba del hecho de que la Convención de la Haya sobre Guerra Terrestre es considerada obsoleta y anticuada por lo que respecta a la utilización de mano de obra.

Los documentos 90 y 91 son dos libros con declaraciones juradas que tratan de suplir una investigación. Sería irrelevante que presentara una o dos declaraciones juradas sobre condiciones en los campos de trabajo. Se podría alegar que son irrelevantes porque, en vista del gran número de fábricas y campos que hubo, pocas pruebas aportarían estas declaraciones juradas. Estas condiciones masivas tienen que ser analizadas jurídicamente de alguna manera. Por tanto, el Estatuto ha admitido informes gubernamentales. No estoy en situación de pedirle a algún gobierno que me ayude en esto. Por tanto, tengo que encontrar un sustituto

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recopilando declaraciones juradas y agrupándolas de manera lógica en un cuaderno para presentarlas al Tribunal. Ese es el objetivo de mi propuesta de introducir una forma de presentar pruebas que es una innovación y que es difícil para mi. Pero se le podrían plantear las mismas objeciones que a una investigación. Una investigación tiene grandes debilidades, en especial si se lleva a cabo de manera sesgada sin la participación de los implicados en la otra parte. En el caso de mis declaraciones juradas este peligro se ve enormemente reducido porque es difícil encontrar a alguien que haga estas declaraciones sin tener razones muy graves para hacerlas. Por tanto, solicito al Tribunal que tome una decisión sobre mi solicitud relacionada con estos documentos 90 y 91. Es lo que quería plantear aquí, el resto lo trataré con la fiscalía.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Con la venia, ya he indicado los motivos por los que la fiscalía se opone a los documentos 80 y 81. La forma más fácil de comprobar si son admisibles es suponer que el Dr. Servatius ha probado los hechos alegados. Y aunque lo hubiera hecho, en mi opinión, no conseguirían ni de lejos demostrar que el Artículo 52 ha quedado obsoleto. Y es un ejemplo del peligro que me aventuré a señalarle al Tribunal con estos dos argumentos, esa vaga e hipotética alegación según la cual podría haber algunas pruebas de que el Artículo 52 ha quedado obsoleto. Se sugiere que el Tribunal juzgue la conducta de la Unión Soviética con respecto a condiciones de trabajo y que, si lo he entendido bien, envíe una comisión para recopilar pruebas, y no quiero repetir los argumentos, pero la fiscalía se opone enérgicamente a esa sugerencia, y afirmo que no se ha indicado nada que ofrezca algún fundamento a esa sugerencia.

En cuanto al 90 y el 91, creo realmente que el mejor método sería aplicar un solvitur ambulando. Veamos las declaraciones juradas y hagámonos una idea de su contenido y de las fuentes de la información revelada, y entonces la fiscalía podrá tomar una decisión sobre ellas. En este momento no quiero hacer nada que las excluya, y recibirán la máxima atención de mis colegas y de mi mismo cuando se presenten.

EL PRESIDENTE: Me dicen que hay otras peticiones adicionales para el acusado Schacht y para el acusado Keitel. Creo que puede tratarse de un error.

¿Está aquí el abogado del acusado Bormann?

Dr. BERGOLD (abogado del acusado Bormann): Sí.

EL PRESIDENTE: ¿Está ya listo para presentar algo?

Dr. BERGOLD: No.

EL PRESIDENTE: Creo que el Tribunal ordenó que sus solicitudes quedaran aplazadas mientras presentara alguna solicitud en estas tres semanas. ¿Aún no está listo? Me dicen que sus documentos están aquí. ¿Es así?

Dr. BERGOLD: Sr. Presidente, mis documentos están aquí, por lo que sé. Sin embargo, dado que tengo que recopilar mi información de los libros, no puedo decirle al Tribunal si estos serán todos mis documentos. Por ello, he pedido permiso para hablar con el Secretario Wunderlich, y con otro secretario. Sólo obtendremos información satisfactoria de ellos dos. No puedo localizar a Bormann. Por tanto, por motivos prácticos, solicito permiso para presentar todo en una fecha posterior.

EL PRESIDENTE: Muy bien. Entonces el Tribunal sabrá... me dicen que hay solicitudes para los acusados Keitel, Rosenberg...

Dr. BERGOLD: Sr. Presidente, los abogados de Keitel y Rosenberg no se encuentran aquí en este momento. Posiblemente no esperaban que se pudieran presentar hoy sus solicitudes. Quizás se podría hacer eso mañana, antes de comenzar con el caso de Goering.

EL PRESIDENTE: Se levanta la sesión.

(Se levantó la sesión hasta el 8 de marzo de 1946 a las 10 horas).


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