Estudio del Contenido de Componentes de Cianuro en los Muros de las Cámaras de Gas de los Antiguos Campos de Concentración de Auschwitz y Birkenau
Pasado un mes, la disminución
media del contenido de cianuro de hidrógeno en este material fue
del 73%, muy superior a la que se dio en el que recibió sólo
cianuro de hidrógeno. En cuatro muestras la disminución fue
del 97% al 100% y por entonces al aireado había casi finalizado.
Esto es importante teniendo en cuando que en sus razonamientos los revisionistas
no toman en consideración ciertas circunstancias, principalmente
la acción simultánea del cianuro y el dióxido de carbono
en los muros de la cámara. En el aire exhalado por un ser humano,
el dióxido de carbono es el 3,5% por volumen. Respirando durante
un minuto, inspira y espira de 15 a 20 dm³ de aire, con un total de
media de 950 cm3 de
CO2; por tanto, 1000
personas exhalan unos 950 dm3
de
dióxido de carbono. Y así
se puede estimar que, si las víctimas permanecieron en la cámara
durante cinco minutos antes de que murieran, exhalaron un total de 4,75
m3 de dióxido
de carbono. Esto es al menos un 1% de la capacidad de la cámara
de gas del Crematorio II de Birkenau, que era de 500 m3,
mientras que la concentración de cianuro de hidrógeno no
excedió del 0,1% por volumen (la muerte sobreviene pronto con concentraciones
tan bajas de HCN como el 0,03% por volumen). Así pues, las condiciones
para que se diera la conservación del HCN en las cámaras
de gas no eran mejores que en las cámaras de despiojado, a pesar
de lo que afirman los revisionistas. Además, como ya se ha mencionado,
las ruinas de las cámaras han estado muy expuestas a la lluvia.
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